SERIE: LA ORDEN SECRETA

Para vengar a su madre, un estudiante universitario se une a una orden secreta 

y termina en medio de una guerra entre hombres lobo

 y practicantes de magia.

Una serie original de Netflix que prometía mucho y dio muy poco. 

La orden secreta es la historia de un chico huérfano, Jake Morton (Jake Manley), cuya ambición es entrar en la Universidad de Belgrave y ser parte de la Orden Hermética de la Rosa Azul, una especie de fraternidad universitaria que se dedica a hacer magia, y así poder vengar la muerte de su madre, quien fue adepta de la misma, seducida por el Jefe de la misma, Edward Coventry (Max Martini). Un hombre cruel y con sed de poder que llevó a la madre de Jake a la locura. Todo su plan y el de su abuelo marcha a la perfección hasta que Jake conoce a Alyssa Drake (Sarah Grey). Entrar en la Orden no es fácil, mantenerse adentro tampoco, pero cuando una serie de asesinatos (en los que parece que hay Hombres Lobo involucrado), a los acólitos que buscan formar parte de la orden parece poner en jaque los planes del joven, ¿podrá Jake entrar en la Orden y vengar a su madre sin morir en el intento? 

Como leen la premisa es algo atrapante, de hecho me emocionó mucho cuando vi el trailer, porque a pesar de los malos efectos especiales que se notaban en el mismo, parecía una buena serie. Hago énfasis en el “parecía”, porque quedó en eso. Si bien Netflix ya anunció una segunda temporada de 10 episodios, a mi juicio la primera tuvo un cierre dentro de todo bueno, ya que realmente el único rumbo que pienso que puede tomar es la cuestión de cómo se puede revertir el último “hechizo” que hicieron los miembros de la Orden (decirlo sería darles el spoiler supremo, así que lo dejo así). Así que quizás la trama vaya encausada por ese lado, aunque repito que con la primera temporada bastaba y sobraba.

Las actuaciones de Manley, Grey, Martini y Frewer, como protagonistas de la historia me parecieron bastante flojas. Quizás fue el guión, quizás fue la forma en la que se manejaron los efectos especiales, pero no, la realidad es que no me convencieron y sentí que la química entre, por ejemplo Manley y Frewer, quienes debían encarnar una relación nieto-abuelo era algo más bien forzado y no tan natural. Aunque sí sentí la química entre Manley y Grey, que le dan vida a la parte romántica de la serie. Grey le aportó algo diferente a la serie, me atrevo a decir que hasta incluso fue la que mejor actuó junto con Katharine Isabelle, quien a pesar de tener un papel algo secundario, su presencia se robaba algunas escenas, incluyendo las que tenía con el villano Edward Coventry, encarnado por Martini.

A pesar de que la trama en sí es algo pesada, tiene momentos algo memorables (la mejor escena, a mi juicio, con humor negro y tintes políticos es cuando dos personajes confiesan que cuando están aburridos juegan con la magia y desequilibran la economía argentina). Siento que intentaron crear un universo fantástico con magia y criaturas fantásticas, pero el resultado fue algo pobre si lo comparamos con series como The Magicians, Sabrina, Charmed, Hex o incluso The Worst Witch, aunque tiene escenografías y un diseño de arte que podría equipararse con las mismas.

A La orden secreta le doy una puntuación de 2.5 estrellas. Creo que daba para más y no llegaron, deberían trabajar más con las actuaciones. Es una serie que se puede disfrutar en familia, maratoneando un fin de semana, eso sí no esperen quedarse con ganas de fangirlear.