La Mula

Nota de Natalia Beroiz

Hoy jueves 3 de enero llega a los cines de Argentina La mula, el último film del octogenario cineasta Clint Eastwood en donde no solo vuelve a la silla de director, sino que además se pondrá en la piel de Earl Stone, el protagonista de este nuevo film cien por ciento americano. La Mula es una adaptación de la historia del veterano de guerra Leo Sharp, guionada por Nick Schenk (El juez, 2014). 
Gracias Warner Bros Argentina por la invitación

Earl Stone es un hombre ya muy mayor que ha dedicado prácticamente toda su vida a su apasionado trabajo de horticultura: la plantación lírios, luego de haber ido a la guerra. Sus grandes aspiraciones laborales hicieron que descuidara la relación con su esposa Mary (Dianne Wiest), con su hija Iris (Alison Eastwood) y hasta incluso, con el transcurso de los años, tuvo la imprudencia de decepcionar a su nieta Ginny (Taissa Farmiga), el único miembro de la familia que todavía seguía creyendo en él. Casi sin planearlo los años de gloria se fueron por culpa del avance tecnológico haciendo que el señor Stone quedara a la deriva y básicamente en bancarrota. Justo cuando tocó fondo, pensó ilusamente que era el momento de volver a establecer relación con su familia y que ellos lo iban a recibir con los brazos abiertos. Gran error. 
Sin embargo, antes siquiera de que tuviera tiempo de procesar el masivo rechazo, Earl recibe una oferta muy simple: trabajar en un servicio de transporte. El labor del veterano consistía en manejar una camioneta y trasladar un cargamento que no debe ver ni tocar. Sin sospecharlo, Stone estaba uniendo lazos con un cartel de droga mexicano, manejado por Laton (Andy García). En el cual terminaría convirtiéndose en la mula con mayor reputación, ya que trasladaba una cantidad de kilos de cocaína nunca antes vista y lo mejor de todo: nadie sospechaba de alguien de su edad. 
Paralelamente a la historia de Earl Stone, tenemos la historia del Colin Bates (Bradley Cooper) un agente de la DEA que es trasladado de su ciudad natal para llevar a cabo la investigación de este cartel mexicano, del cual Stone es parte. Cuando Bates se entera de esta misteriosa mula que está trasladando tantos kilos de droga, centra su objetivo en encontrarla, para no perder su trabajo.
La narración de la trama aparenta estar dividida en dos películas dentro de una. Por un lado tenemos la vida de Earl y por otro lo que sucede en el departamento de DEA. A este paralelismo le falta un mayor nexo aditivo. La historia se torna pesada, fuera de contexto y hasta que llega el momento de conexión, parece que estamos viendo dos historias totalmente diferentes. 
Pasan los años y Clint Eastwood nunca decepciona en sus actuaciones. Es muy habitual encontrar en sus películas escenas en donde él maneja una gran y vieja camioneta y de fondo encontrarnos con un paisaje lluvioso (recuerdos de Los puentes de Madison, 1995). Se nota mucho que los años le vinieron encima y no es difícil pensar que tal vez esta sea la última película de Clint como actor. Sin embargo se dio el gusto de mostrar una cinta cien por ciento americana, con latiguillos frecuentes sobre las relaciones entre los estadounidenses y los mexicanos. El narcotráfico es un hecho ya reconocido mundialmente pero Eastwood se encarga de plasmarlo con un leve tono de humor y haciéndolo a su manera, dejando su sello personal marcado en los 116 minutos de duración del film. 
La Mula es una película que no peca de ambiciosa. Se toma su correspondiente tiempo para relatar la historia y presentar a los personajes secundarios lo justo y necesario. La estrella es Earl Stone: su personalidad, su forma de llevar a cabo sus tareas, su indiferencia en conjunto a sus desgracias. Las escenas son de un tono clásico en las películas de Eastwood y su renombre, junto a su extensa experiencia, es suficiente para ir al cine y darle una oportunidad a La Mula

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